Mastitis, ¿se puede prevenir?
Todas hemos escuchado a alguna amiga mamá y su experiencia con la temida mastitis. Pero ¿qué es la mastitis? ¿Se puede prevenir? En este artículo te contamos lo que puedes hacer para evitarla y cómo podemos apoyarte si estás pasando por una.
¿Qué es la mastitis?
Es la inflamación de uno o varios lóbulos de la glándula mamaria, acompañada o no de infección. La mastitis suele afectar a un solo pecho y puede presentarse con los siguientes síntomas:
- Dolor, sensibilidad e hinchazón en el pecho afectado
- Enrojecimiento o decoloración del pecho afectado
- Sensación de calor en el pecho afectado
- Fiebre y escalofríos
- Fatiga y debilidad generalizada
- Dolor de cabeza
La mastitis mayoritariamente se produce porque el pecho no se vacía correctamente lo que puede provocar una retención de leche.
Las razones por las que el pecho no se vacía correctamente pueden ser muchas entre las cuales están la separación entre la madre y el recién nacido en las primeras 24 horas de vida, horario de tomas rígido, tomas poco frecuentes, mal acople con extracción ineficaz de la leche, tomas muy espaciadas, que uno de los pechos sea menos preferido para amamantar, destete rápido, obstrucción de los ductos mamarios, bloqueo de poro en el pezón ( las famosas perlas de leche). Incluso puede ocurrir también por sobreproducción de leche, donde la mamá produce más leche de la que el bebé puede tomar.
El tratamiento para la mastitis generalmente incluye antibióticos para tratar la infección (de existir presencia de bacteria), además de medidas para aliviar los síntomas, como aplicar compresas calientes o frías en el pecho afectado, descansar lo suficiente y tomar analgésicos para aliviar el dolor y la fiebre.
Si bien la mastitis puede ser dolorosa y molesta, con el tratamiento adecuado, la mayoría de las mujeres se recuperan completamente y pueden continuar amamantando a sus bebés sin problemas.
Por favor siempre tener en cuenta que la mastitis requiere atención médica, por lo que siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud si sospechas que tienes mastitis u otros síntomas preocupantes durante tu lactancia.
¿Cómo prevenir una mastitis?
La secuencia del proceso de desarrollo de una mastitis por lo general es: Inflamación> Dolor> Evitación de la toma> Retención de leche> Alteración de la flora mamaria >Infección.
Por eso, las siguientes medidas han demostrado ser eficaces para prevenir mastitis:
o Ofrecer el pecho a demanda
o No limitar la duración de la toma
o Evitar ropa ajustada y posturas que compriman el pecho
o Masaje y calor local antes de la toma
o Extracción manual o con extractor tras la toma si el vaciado es incompleto o Higiene de manos y extractores
Compresas frío y calor
Si estás tratando una mastitis, te recomendamos aplicar compresas tibias y masajear suavemente el pecho afectado antes de la toma. Especialmente si notas algún área de tu pecho que presente dureza. Esto va a ayudar a disolver cualquier acumulación de leche o ingurgitación mamaria y ayudar a estimular el flujo de leche para vaciar correctamente el pecho. Luego de terminada la toma, es recomendado aplicar frío en el pecho para aliviar las molestias y el dolor que puedas estar experimentando por la mastitis.
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Mastitis y probióticos
Si bien los probióticos pueden ser beneficiosos para mantener una microbiota intestinal saludable y mejorar la salud en general, actualmente no hay suficiente evidencia científica para respaldar la afirmación de que los probióticos pueden prevenir o reducir el riesgo de tener mastitis.
Sin embargo, algunos estudios han sugerido que los probióticos pueden ayudar a reducir la duración y la gravedad de la mastitis en mujeres lactantes que ya la tienen. Por ejemplo, un estudio de 2016 publicado en la revista BMC Infectious Diseases encontró que el uso de un probiótico específico (Lactobacillus fermentum CECT5716) durante seis meses en mujeres lactantes que habían tenido mastitis previamente redujo significativamente la recurrencia de la mastitis.
Otro estudio de 2018 publicado en la revista Breastfeeding Medicine encontró que el uso de un probiótico que contenía Lactobacillus fermentum y Bifidobacterium lactis durante seis semanas redujo la duración de los síntomas de la mastitis en mujeres lactantes que la habían desarrollado.
Lactobacillus salivarius es el primer probiótico aislado de leche materna humana de una mujer sana y que se ha desarrollado en Concepción, Chile y es el principal componente de Lacte 5. Estudios han demostrado que esta cepa derivada de la leche materna humana, tiene varias propiedades beneficiosas. Una de ellas es la estimulación del sistema inmunológico a través de la producción de citoquinas antiinflamatorias que mejoran la respuesta inmunológica del cuerpo.
Además puede inhibir el crecimiento de bacterias patógenas y mejorar el equilibrio de la microbiota intestinal. En general, Lacte5 presenta varios beneficios potenciales para la salud, especialmente en el fortalecimiento del sistema inmunológico, el mantenimiento de una microbiota intestinal saludable y la mejora de la digestión.
Esperamos de todo corazón nunca tengas que pasar por una mastitis, pero si sientes que podrías estar frente a una, no dudes en contactar a una consultora de lactancia o a tu médico.
Fuentes
https://www.e-lactancia.org/media/papers/Mastitis_Texto-CongrLM_Zar-Paricio.pdf
https://enfamilia.aeped.es/vida-sana/mastitis-que-hay-que-saber
https://www.wellnesstechnologies.cl/fichas/Lacte5-Gastro-Intestinal.pdf
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