Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la leche materna es el alimento perfecto para los primeros seis meses de vida, pero menos del 50% de los bebés reciben lactancia exclusiva durante ese período. Las causas son múltiples: falta de tiempo, falta de espacios adecuados, falta de apoyo.
Cuando armamos la mochila de nuestros hijos, muchas veces nos enfocamos en las tareas, la ropa o el snack. Pero hay algo que a menudo pasa desapercibido y que puede impactar profundamente en su salud, autonomía y experiencia escolar: los utensilios que usan cada día.
La maternidad no debería vivirse en soledad. Criar sola no solo es injusto, es peligroso. Y, sin embargo, se ha vuelto la norma.
Cada mayo, recibimos un "feliz día de la madre" con una cafetera nueva o un desayuno. Nos dicen gracias por ser mamá, pero nos olvidan como mujer. Este artículo no es para que llores (o sí), pero sí para que pienses: ¿qué estamos celebrando realmente?
Si bien la lactancia materna es un vínculo hermoso, también es agotadora si no se cuenta con apoyo. Y es aquí donde entra el banco de leche como una solución clave.
El síndrome SUPERMOM es ese impulso interno que nos hace creer que debemos ser madres perfectas, organizadas, presentes, trabajadoras y amorosas 24/7. Marzo lo potencia al máximo pero, ¿te has preguntado si realmente es posible y saludable? (Spoiler: no lo es).
